LA EDUCACIÓN DISRUPTIVA: ELEMENTOS PARA UN DEBATE

10.06.2019

A propósito de la innovación disruptiva y  el debate sobre la pertinencia del sistema educativo actual.

Hoy por hoy, se habla de una escuela en crisis que ha sufrido los embates de las transformaciones tecnológicas y la emergencia de nuevos paradigmas hasta el punto de perder el propósito con el que fue concebida desde sus comienzos. Autores como Ignacio Lewkowicz nos menciona, para citar un ejemplo, una escuela desvanecida como institución que se ido "evaporando" igual que otras instituciones propias de la Metainstitución Estado-Nación.

Los cambios históricos suscitados durante las últimas décadas han dado al traste con la misión que la educación ha tenido en la formación de un ciudadano capaz de sustentar el sistema democrático a través de su participación responsable y decidida.

Por otro lado, se cuestiona el papel de los estados nacionales y sus sistemas de educación que descartan, tal como aduce Martha Nussbaum, ciertas aptitudes que son necesarias para vivificar la democracia, alentando a su vez la maquinización y el utilitarismo, en lugar de procurar incentivar el humanismo y el pensamiento crítico entre las nuevas generaciones.

En ese orden de ideas, han surgido propuestas cuyo propósito es alentar transformaciones en el sistema educativo, sin causar el efecto deseado. Esto se debe principalmente a que se trata de reformas superficiales que no apuntan realmente a cambios estructurales como los que demandan los tiempos actuales.

Cosa parecida ocurre con los marcos legales y las políticas educativas que a pesar de que promueven la igualdad y la inclusión, entre otras innovaciones que rompen con el esquema tradicional de la escuela, se aplican parcialmente en los diversos contextos de formación porque generalmente se planea desde la verticalidad sin tener en cuenta las dinámicas propias de cada I.E.

Dentro de este ámbito ha de considerarse el término Educación Disruptiva desde un horizonte de transformación radical de las prácticas educativas del siglo XXI. El concepto se haya estrechamente vinculado con las investigaciones realizadas por Bower y Christensen alrededor del tema de las innovaciones disruptivas. En otras palabras, se trata de procesos transformadores y eficientes que se originan en un nuevo mercado de valor cuyo propósito es mejorar, cambiar o desplazar el producto anterior.

Ahora bien, mientras que para algunos pedagogos como David Pérez la Educación Disruptiva es "aquella que puede romper con el currículo, las metodologías y las modalidades de transmisión de conocimientos" a través de las nuevas tecnologías (TIC´s, TEP´s y las TAC´s) aplicadas en el contexto escolar; para otros autores, como Germán Pilonieta, constituye una verdadera revolución que se apoya desde las neurociencias, la bioética y la economía para transformar de manera radical la formación de los individuos a través de la conquista del YO MISMO .

Por consiguiente, el modelo educativo está echado a perder, sin una dirección que le permita salir del laberinto en el que se encuentra. La escuela, de acuerdo a Pilonieta, es un proyecto fallido que persiste en fragmentar el currículo y en homogeneizar la enseñanza, ignorando los avances que ha tenido la tecnología.

Lo anterior nos revela nuevas posibilidades como la ludificación (uso de técnicas, elementos y dinámicas propias de los juegos en entornos no lúdicos), la ubicuidad del conocimiento y la realidad aumentada (tecnología que permite superponer elementos virtuales sobre nuestra perspectiva de la realidad).

La apuesta es hacia el desarrollo de entornos de aprendizaje diferentes al aula, en los que "la nube", los dispositivos y las aplicaciones desarrollen una empatía con el aprendiz y correspondan con las funciones cognitivas y las operaciones mentales, impulsando así las habilidades de interacción y las competencias para la convivencia y la productividad.

El debate sobre la pertinencia de la institución escolar en un mundo en el que lo digital se impone a lo analógico y en el que la sociedad de la información prevalece a través de la tecnodependencia y la descorporeización del sujeto, es una invitación para reflexionar acerca del papel que cumple la educación en la actualidad.

Para la educación disruptiva innovar en un sistema que no funciona es peligroso y no representa un verdadero paradigma tal como lo concibe Kuhn. Al fin y al cabo, la innovación disruptiva debe beneficiar a desertores, extraedad, marginados o vulnerables que han sido excluidos históricamente del sistema educativo.

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